Quiere ser diputada y permitió que su marido convirtiera a Tapachula en cantina, prostíbulo y basurero municipal.
Tapachula, Chiapas. Abril 08.- “La presidenta del Sistema de Desarrollo Integral para las Familias (DIF) de Tapachula, Alejandra Cruz Toledo Zebadúa, debe ser llamada a comparecer ante los órganos fiscalizadores para que explique el destino de los recursos públicos de ese organismo, luego de que no cumplió cabalmente con sus obligaciones por las que el pueblo le pagó”, sostuvo Ismael Gómez Coronel, presidente de la Confederación de Cooperativas “Unidos Para Estar Bien”.
En entrevista aseguró que la presidenta del DIF y esposa del aún alcalde de Tapachula, el priísta Ezequiel “El Cheque” Orduña, permitió de forma sumisa que su marido convirtiera al municipio en una cantina, prostíbulo y basurero, “cuando debió de haber hecho lo contrario y protestar”.
“La también diputada priísta, suplente de Sami David, debería de renunciar por vergüenza a su cargo del DIF, ya que las calles de Tapachula están invadidas de personas de la tercera edad y niños pidiendo limosna a falta de apoyos. Por lo tanto sería sano saber a dónde fue a parar el dinero de los programas aprobados para la protección de esas clases vulnerables y descartar así que fueron empleados para campañas políticas para sus fines personales y la de su partido, el PRI”, insistió.
Luego se refirió al proceso electoral que se vive en Chiapas, del que dijo “vemos que muchos que quieren obtener cargos de elección popular ya tuvieron la oportunidad de servir a la sociedad como presidentes municipales, legisladores o funcionarios, y han sido un total fracaso”.
Hizo remembranza que desde el trienio de Antonio Díaz Athié, Manuel Pano Becerra, Angel Barrios Zea y ahora Ezequiel Orduña Morga, “son la misma camarilla que se ha rolado en los puestos del Ayuntamiento y aun cuando varios de ellos han sido detenidos por peculado y boletinados por la Contraloría, siguen ahí como si nada”.
Insistió que aunado al pésimo desempeño de Alejandra Cruz Toledo en el DIF, también lo negro de la administración municipal se ve reflejado en las calles destrozadas y llenas de comercio informal, en la falta de obras, en la ingobernabilidad que se respira en la ciudad y en el abandono que vive la gente del campo.
“Los campesinos se han tenido que rascar con sus propias uñas para sobrevivir porque cada vez que llegan a tocar las puertas del Ayuntamiento para saber de los programas oficiales, los tratan como apestados y nadie los quiere recibir”, recalcó.
En ese mismo sentido recordó que en la campaña pasada del PRI, el alcalde Ezequiel Orduña prometió un gran cambio y que incluso atendería a la población en audiencias públicas en el parque central, “pero fueron puras mentiras para que el equipo al que pertenece continuara en el poder”.
Con relación al campo, apuntó que el abandono del Ayuntamiento y la pobre actuación del diputado por la zona alta, Neftalí del Toro, han orillado a los pequeños productores a tener que seguir en el proyecto de remunicipalizar esa zona y hasta a retener a funcionarios para ser escuchados, “aunque como siempre, todo termina en minutas que nunca se cumplen”.
Por todo ello adelantó que las campañas electorales que se avecinan podrían estar acompañadas de protestas de parte de la sociedad hacia aquellos que no solo no cumplieron sus promesas y obligaciones, sino que ahora quieren seguir viviendo del erario. (EL ORBE / Ildefonso Ochoa Argüello)
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