Es extraordinariamente sorprendente que en el Congreso del Estado Libre y Soberano de Chiapas, los diputados locales, quienes fueron electos para aprobar leyes, pero además, rindieron protesta de respetar y hacer respetar la Constitución General de la República, la Constitución del estado y las leyes que de ellas emanen, sean precisamente estos personajes quienes propicien la violación de cuanta ley debería normar la vida pública en la entidad.
Casi al finalizar el año 2007, los diputados de la pasada legislatura local, para lograr su bono de fin del ejercicio legislativo, se dieron a la tarea de presionar a los 118 presidentes municipales para que entregaran la cuenta pública de ese año, en virtud que el 80 por ciento no había cumplido con el mandato legal. Llegó el 2008 y continuaron presionando a los ediles, principalmente desde la Comisión de Hacienda, presidida entonces por el hoy diputado federal, Ovidio Cortazar Ramos y por la Comisión de Vigilancia, presidida a la fecha por el diputado Miguel Ángel Vargas Blanco y hasta el expresidente de la Comisión de Justicia, el hoy diputado federal Sergio Lobato García le entró a la danza.
Por motivos que también siguen siendo extraordinariamente sorprendentes, la mayoría de los alcaldes fueron solventados, sin que públicamente explicaran los legisladores si cumplieron o no, pese al cúmulo de denuncias públicas que prosiguieron de parte de organizaciones sociales y hasta regidores de la mayoría de los Ayuntamientos requeridos. El caso es que de repente resultaron exonerados de toda culpa, pese a que hubo falsas advertencias de llevarlos a juicio ante las autoridades ministeriales, porque los hostigadores de esas cuentas públicas argumentaron ante medios de comunicación que se estaban auditando por lo menos 72 ayuntamientos que habrían sido observados por malos manejos del erario público.
A la par, se intensificó la campaña mediática, de que Chiapas es uno de los estados que cumple con los estándares de transparencia en la administración pública, enmarcando obviamente en esa mentira a los presidentes municipales.
Por si fuera poco, llegó el 2009 y los diputados que se fueron locos de contentos con su cargamento, a presidir una curul federal en el Congreso de la Unión, tampoco explicaron de a como fue el acuerdo con los alcaldes para deslindarlos de toda culpa de la noche a la mañana, si la insistencia, hasta antes de las elecciones federales, era precisamente que no habían cumplido con la ley y se les instruiría la responsabilidad oficial por los delitos de peculado, uso indebido de funciones y desvío de recursos, cuya acción pasaría al Órgano Superior de Fiscalización, negocio filial del Congreso estatal. Nada de eso pasó.
Lo que sí sucedió, es que muchos de los presidentes municipales, una vez pasada la elección federal del 2009, algunos alcaldes hasta estrenaron carros y camionetas del año, residencias, ranchos, queridas y con toda desfachatez presumieron la impunidad de que pueden gozar hasta las elecciones locales de este año, con lo que se presume, nuevamente podrían salir sin culpa alguna, pese a que la mayoría de los informes, -el segundo que rinden los 118 alcaldes- estuvieron plagados de inconformidades.
Sorprende una vez más las declaraciones del diputado Miguel Ángel Vargas Blanco, de anunciar que se fincará responsabilidad a por los menos 13 presidentes municipales que no han cumplido ¡desde el 2007! con la cuenta pública, actitud por demás absurda la del legislador y por supuesto, del Órgano Superior de Fiscalización, permitiendo que en este mes de enero acudan a negociar su situación ¿legal? y a más tardar para el mes de abril estén cumpliendo con lo que no han hecho durante los años anteriores. ¿A quien creen que engañan los diputados del Congreso del Estado?
Hace apenas unas horas, por su parte, Samuel Toledo Córdova, secretario de la Función Pública, reconoció que se necesita hacer un esfuerzo todavía, para lograr la transparencia en la administración pública, en relación a los 13 alcaldes, presuntamente con un pié en la cárcel. El funcionario estatal explica que el gobernador Juan Sabines Guerrero ha insistido en el tema, que entiendan que los recursos son del pueblo. Y la aplicación de la ley… ¿Qué?
¿No será esta la grandiosa oportunidad de enjuiciar a los presidentes municipales que han desacatado la ley, la han violentado y se han enriquecido ilícitamente, junto con miembros de sus cabildos, para suplir los Ayuntamientos por los ansiados Consejos Municipales? Eso sería congruente, sobre todo coyuntural en este año electoral y no esperar a que les aprueben la reelección. ¿No cree usted?
Las otras mentiras
Antes de finalizar el año, el gobernador Juan Sabines Guerrero se reunió en el palacio de gobierno, en la capital chiapaneca, con 28 alcaldes de los municipios con el menor índice de desarrollo humano, los de incalificable extrema pobreza, para evaluar y acordar las acciones que emprenderá el gobierno estatal y los ayuntamientos en el 2010, para enfrentar y abatir la pobreza. El asunto medular era agendar la realización de obras en beneficio de la colectividad.
A alguien se le ocurrió que la evaluación era pertinente hacerla por orden alfabético por municipio. Empezaron con el de Amatán. El gobernador le preguntó al secretario de Infraestructura, Ricardo Serrano Pino, cuales obras se tenían contempladas realizar en Amatán y el subordinado de Juan Sabines empezó con la larga lista, a detallar la infraestructura programada y claro está, cuánto dinero habría de invertirse.
Serrano Pino puso especial atención en el rubro de agua. Le detalló al gobernador la introducción de la red para abastecer del preciado líquido en algunas comunidades de Amatán, mientras que el presidente municipal azorado, no cabía en su sorpresa, hasta que el gobernador le inquirió: ¿Cómo ve presidente?
Serrano Pino puso especial atención en el rubro de agua. Le detalló al gobernador la introducción de la red para abastecer del preciado líquido en algunas comunidades de Amatán, mientras que el presidente municipal azorado, no cabía en su sorpresa, hasta que el gobernador le inquirió: ¿Cómo ve presidente?
Discúlpeme señor gobernador, le contestaría el alcalde, pero esa obra ya está hecha. Ya la hicimos con recursos federales y del municipio, hasta el gobierno del estado aportó.
Esto obligó al gobernador, con una cara de la que pocos ven, a revisar municipio por municipio, ante la sorpresa causada por Ricardo Serrano Pino.
Aquí vale la pregunta: ¿se pasó de honesto el alcalde de Amatán? ¿o se pasó de listo Serrano Pino?
Las adulaciones absurdas
En el mismo tenor, los diputados locales, luego de aprobar el presupuesto para el 2010, no caben en sus anchas, al orquestar en el mismo tono, que los 53 mil millones de pesos, son históricos para su ejercicio este año en Chiapas, porque con ello se habrá de enfrentar la pobreza, principalmente de los 28 municipios rezagados.
¿Acaso los diputados no sabrán el contenido de sus declaraciones, aberrantes y absurdas, que enaltecen la cifra de 53 mil millones de pesos, como histórico? ¿Conocerán estos señores y señoras algo de la historia de Chiapas? Porque no hay explicación para semejante ofensa al sentido común. Por supuesto que no tiene comparación ese presupuesto, con lo estimado y quién sabe si ejercido hace 30 años, ni mucho menos hace 50 años, pero tampoco será igual dentro de tres años. 53 mil millones de pesos serán históricos en los años por venir, no ahora.
Por cierto, tanto los diputados, como desde todas las esferas del gobierno chiapaneco, se augura para los habitantes de esta entidad, el mejor año, como si la pobreza y los problemas económicos ya están anticipadamente resueltos. Es decir, a todos nos irá bien… Esa es la mejor noticia para todos, esperaremos a ver…
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