Chiapas • A ocho días de mantener un plantón frente a Palacio de Gobierno en el Parque Central de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, una mujer indígena se crucificó simbólicamente para exigir la libertad de su hijo, quien se encuentra preso en el Centro Estatal para la Reinserción Social de Sentenciados número 14 por delitos graves.
Foto: Hermes Chávez |
Integrantes de la organización Central de Organizaciones Campesinas y Populares (COCYP) procedentes del municipio de Ixtapa, irguieron una cruz donde simbólicamente crucificaron a una indígena de nombre María Díaz Díaz, atando las muñecas de la mujer a uno de los maderos con tiras de tela color rojo, mientras sus pies descansaban en una tabla colocada a metro y medio del suelo aproximadamente.
La intención, dijo Pedro López Espinosa, vocero del COCYP, es exigir al actual gobierno, encabezado por Juan Sabines Guerrero, la liberación de 13 presos, presuntamente “políticos”, miembros de esa organización campesina, quienes se encuentran en proceso por delitos de asociación delictuosa, portación de arma de fuego y secuestro.
Agregó que los detenidos forman parte de un grupo de 31 indígenas, de los que ya fueron liberados 18, y en acuerdo con el secretario de Gobierno, Noé Castañón, los restantes serían liberados, no obstante, al no obtener la libertad desde el 20 de mayo pasado, hace ocho días se plantaron frente a Palacio de Gobierno, para exigir, de forma pacífica, el cumplimiento del acuerdo.
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