Les dejo uno articulos de opinion sobre la influenza porcina, mas allá de las cifras y los medios televisivos para que tener una vision mas amplia.
Que tengan un excelente dia.
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El mismo anuncio de la emergencia decretada por el gobierno federal contra la influenza provocó ya un estado de alerta entre la población. Se reconoció a altas horas de la noche del jueves 23 la gravedad del mal que tiene la forma de epidemia, es decir, este mal que se propaga entre la población de manera rápida y afecta a gran número de personas. No fue la mejor manera de anunciar el problema y empezar a ejecutar las medidas de contención requeridas.
Provoca un efecto muy extraño esta situación de fragilidad colectiva e incertidumbre. Los expertos dicen que la enfermedad se puede controlar si se atiende a tiempo y no tiene, pues, que ser mortal. La nueva variedad del virus de la influenza, en este caso una mutación de tipo porcina, es capaz de contagiarse entre los humanos. De ahí su gravedad y los problemas de contención que exige. Además, afecta a grupos de la población que en otras variedades de la enfermedad no eran los más vulnerables, es decir, los jóvenes (y no primordialmente los niños y los más viejos).
Este nuevo brote de gripe sigue los fuertes casos de tipo aviar que se presentaron no hace mucho tiempo, principalmente en Asia y África. Las autoridades sanitarias y los organismos internacionales del campo de la salud pública deben haber adquirido alguna experiencia técnica y de gestión para enfrentar las modalidades de este nuevo brote.
Se habla de la posibilidad de una pandemia, una enfermedad epidémica que se extiende ampliamente, atacando a muchos individuos en distintas regiones. Hay, sin duda, una gran preocupación entre los responsables de controlar este nuevo mal en el país y a escala mundial.
La primera responsabilidad es con la población. Las medidas de prevención parecen a primera vista demasiado sencillas para enfrentar un mal que, de no ser atendido oportunamente, puede ser mortal. Pero eso es lo que hay y tienen que exponerse de modo amplio y persistente entre todos.
Las formas de atención tienen que ser eficaces en los centros de salud y los hospitales públicos y privados, sin que se generen diferencias extremas entre quienes pueden acceder a uno u otro servicio. Hay aquí una fuerte responsabilidad del gobierno central y de los estados para garantizar el acceso a quienes tienen menos recursos para poder atenderse. Está ahora a prueba el sistema de control sanitario en conjunto y la capacidad de gestión del gobierno.
El aislamiento se ha propuesto como una manera privilegiada de prevención. Las clases se han cancelado varios días en todas las escuelas y se han cerrado centros de reunión pública. No es una situación médica ni social conocida por muchas generaciones de mexicanos.
Sería bueno una mayor explicación oficial de cómo se trata técnicamente un caso de epidemia como el que enfrentamos, es decir, cómo se aísla y controla su propagación. Igualmente, tienen que ser claras las medidas para organizar la respuesta social para contribuir al control de la misma.
No será nunca excesiva la información veraz, bien transmitida y a tiempo sobre la evolución de las condiciones médicas y de las acciones públicas que se emprendan. Los medios de comunicación tienen un papel esencial que cumplir, sin minimizar las condiciones según vayan cambiando y sin crear pánicos. Ambas cosas sólo harán más problemática la acción pública y la reacción social.
Hasta ahora el gobierno ha decidido no afectar la actividad productiva del país. En ese terreno la situación es ya suficientemente frágil y debe esperarse que la epidemia no afecte de modo más grave a las empresas y se puedan mantener los puestos de trabajo y los ingresos de las familias. La influenza aparece ahora, como dice el dicho: lloviendo sobre mojado.
Se abrió un nuevo frente en el panorama nacional que claramente complica las cosas para el gobierno y para la población en general. Además de la difícil situación económica, que tiende incluso a deteriorase, aparte de la gravedad de la confrontación con las fuerzas del narcotráfico y la inseguridad pública que se manifiesta a lo largo del país, ahora hay que atender de modo urgente la epidemia de influenza. Todo esto repercute de modo severo sobre la debilidad de las estructuras y las formas de la débil cohesión social en el país.
De la misma forma, la extensión de este mal va a requerir la acción conjunta con los gobiernos de otros países, especialmente el de Estados Unidos, de donde parece que proviene el virus en cuestión, y con el que se tiene un enorme número de corrientes diarias de la población de uno al otro lado. También la cooperación internacional se pondrá a prueba, pues nadie está exento de contagio.
No debe perderse de vista que el caso de la gripe aviar no se convirtió finalmente en una pandemia, a pesar de que se podía transmitir a grandes distancias por las aves silvestres migratorias. Ahí se puso en evidencia que había virus gripales compartidos entre aves y humanos. En el tipo de mutación de la gripe porcina que define la situación actual, puede ocurrir el mismo modo de control. En todo caso la sociedad en todas partes debe presionar a las autoridades a combatir esta epidemia.
En la jornada de ayer el brote de influenza porcina que surgió en nuestro país parece haber saltado a diversas naciones: en Canadá, España, Francia, Nueva Zelanda e Israel se reportan casos de personas posiblemente infectadas con el virus de ese padecimiento; se confirman, en Estados Unidos, una veintena de casos, y el gobierno de ese país declara una emergencia de salud pública
, en tanto que en diversas naciones centro y sudamericanas se monitorea a pacientes que podrían presentar contagio. En México, el brote de influenza se extiende a Hidalgo y Veracruz; en Jalisco y Nuevo León se estudia la posible presencia de casos de la enfermedad y se informa que el número de muertes confirmadas asciende a 103 en todo el territorio nacional. Asimismo, el gobierno federal anuncia que dos tercios de los enfermos en todo el país han sido dados de alta.
El inevitable contraste entre las muertes registradas en México y los cuadros provocados por el mismo virus en Estados Unidos, que parecieran mucho más benignos, tiene una explicación inevitable: la pobreza.
A lo largo de cinco lustros, cuando menos, sucesivas administraciones federales han porfiado en políticas económicas de adelgazamiento del Estado
(incluidos, por supuesto, los servicios de atención sanitaria y educativa a la población), en medidas que favorecen a los capitales especuladores –especialmente los extranjeros–, en detrimento del resto de los sectores económicos, y que propician la concentración de la riqueza nacional en unas cuantas manos y la condena de millones de personas a estadios de insuficiencia en materia de ingreso, vivienda, transporte, alimentación, salud y educación.
Si algo ha impedido que la devastación neoliberal desembocara en una completa desestabilización del país ha sido el flujo migratorio hacia el país vecino del norte. Sin embargo, la perspectiva del éxodo económico parece haber llegado, en el actual contexto de crisis económica global, al límite de sus posibilidades como válvula de escape al maltrato social y económico de sucesivas administraciones a la mayoría de la población.
En el contexto así creado y agravado por los gobiernos neoliberales que van de 1988 al presente, el surgimiento de un brote viral largamente anunciado ha de ser obligadamente desastroso y, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos y en diversas naciones europeas, mortal para muchos de los infectados.
Ahora, independientemente de las medidas adoptadas por los gobiernos federal y locales para tratar de contener el inicio de epidemia, el primero exhibe de nueva cuenta su falta de interés por el nuevo desastre económico que se cierne sobre los sectores más desprotegidos de la población. Cabe preguntarse cuántos miles de pequeños negocios personales y familiares –que dan sustento a gente que vive con las ganancias del día–, por no hablar de empresas pequeñas y medianas, se han vuelto ya inviables o lo harán en los días próximos; en qué porcentaje se disparará el desempleo ante el cierre de fuentes de trabajo o la imposibilidad de muchos empleados de asistir a sus centros laborales.
Sin ánimo de descalificar las disposiciones oficiales orientadas a minimizar los contagios, es obvio que éstas tendrían que haber ido acompañadas, desde un principio, de medidas de atenuación a éstos y otros impactos económicos devastadores para un amplio sector de la población del valle de México que padece los efectos de tres crisis superpuestas: la crisis en la que la política económica neoliberal lo ha mantenido sumido desde hace dos décadas o más; la crisis mundial que afecta al mundo, y la derivada de la paralización de actividades dictada por la necesidad de enfrentar el brote de influenza porcina.
Como hecho ilustrativo de esa proverbial indiferencia del gobierno ante las penurias de la población, apenas ayer por la tarde el secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, admitió que la propagación de la enfermedad puede tener un impacto importante en la economía
, pero consideró que era demasiado pronto para dar una opinión más completa
.
blindaje financierorecientemente obtenido para financiar acciones concretas de apoyo a asalariados, jubilados y desempleados; a deudores, a consumidores, a usuarios de servicios básicos, a causantes, a inquilinos, a estudiantes sin recursos. A fin de cuentas, las reservas monetarias del país, así como los préstamos contratados con gobiernos y organismos financieros internacionales, son dinero de la sociedad, no de los grandes empresarios ni de los funcionarios
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http://www.jornada.unam.mx/2009/04/27/index.php?section=opinion&article=006o1eco
Dinero
Negocio millonario con la influenza
La planta que Sarkozy apadrinó en México
Ocultaron los primeros brotes
Entretenidos como estuvimos con el asunto de la extradición de la francesita Florence, tal vez no pusimos suficiente atención a un negocio high tech que acabó de armarse durante la reciente visita del presidente Sarkozy a México. Es un negociazo, consiste en la producción masiva del antídoto que neutraliza la influenza. Por muchos años México fue autosuficiente en diversas vacunas. Una empresa paraestatal, Birmex, abastecía al mercado. Sin embargo, nuestros políticos encontraron que era más jugoso restarle apoyo y, al mismo tiempo, importar vacunas. El IMSS gasta millonadas en ese renglón. En el marco de la estancia de Sarkozy se anunció que Sanofi-Pasteur –compañía francesa líder en su giro– invertirá 100 millones de euros en Ocoyoacac, estado de México, para producir antígenos contra la enfermedad. Hubo firma de convenio con la Secretaría de Salud a cargo del hoy temporalmente famoso doctor José Ángel Córdova. Según se dijo, o nos explicaron a medias, porque andaban con la calentura de ver con ropa a madame Sarkozy, ya que Carla Bruni era ampliamente conocida au natural gracias al abundante material gráfico que circula en Internet, México se sumaría a un selecto grupo de países productores. La empresa producirá el antígeno (sustancia activa) de la vacuna, para luego entregarlo a Birmex, donde se realizará el terminado, que comprende el mezclado, llenado, etiquetado y empaquetado. En otras palabras, la antes orgullosa compañía paraestatal mexicana se convertirá en maquiladora. La fábrica podría estar lista en 2010 para incorporar su inauguración al programa de festividades del bicentenario. Lo malo es que el virus no quiso esperar hasta entonces y ya está aquí.
El otro jinete
Aunque no está incluido entre los jinetes del Apocalipsis, la influenza ha dejado una huella terrible a su paso por el planeta:
1918. Se conoce a la epidemia como influenza española, aunque los primeros brotes se registraron en América, porque en España recibió más atención de los medios, sometidos a censura por la guerra mundial. El virus fue identificado como H1N1, distinto al que hoy golpea a México y Estados Unidos. Se calcula que causó la muerte a 40 o 50 millones de personas.
1957: La epidemia de este año fue conocida como flu asiático. El virus fue identificado como H2N2 y el primer brote se registró en China. Causó la muerte de 2 millones de seres humanos.
1968: La más reciente epidemia surgió en Hong Kong y se le bautizó con su nombre: Fiebre de Hong Kong. El virus fue identificado como H3N2. Mató a un millón de terrícolas.
Irresponsable demora
Si con espots de televisión pudiera contenerse un problema como el que enfrentamos hoy, ¡venga una triple dosis! Mas no es así. Se está enfrentando con demora y ya cobró un número importante de vidas. Desde 2006, expertos de la Organización Mundial de la Salud advirtieron del peligro. Localmente, Birmex entregó al gobierno a fines de 2007 un proyecto que contemplaba el riesgo de una epidemia. Preveía un desastre. Sin embargo, se pichicateó el presupuesto. Es indignante, pero de octubre del año pasado a este día la reserva internacional –no del Banco de México, como dicen, tal si el dinero fuera de ellos, sino la reserva de divisas propiedad del pueblo de México– ha sido saqueada con más de 25 mil millones de dólares, vendidos o subastados a banqueros cuya identidad se guarda como secreto de Estado, pero que se presume son amigos o socios de altos funcionarios del panismo. Sin embargo, no hubo dinero suficiente para el proyecto de Birmex. Hasta el año en curso la Cámara de Diputados aprobó una erogación de 781 millones de pesos. ¿Y cómo se van a manejar? Este es un momento oportuno para que lo expliquen. Por lo visto el secretario de Salud no está vacunado contra el flu de los negocios.
e@Vox Populi
Asunto: el ocultamiento
Somos especialistas en el hospital ISSEMYM del estado de México y desde hace dos semanas nos habíamos dado cuenta del comportamiento anómalo de ciertas enfermedades respiratorias, por lo fulminantes que eran, haciendo un seguimiento empírico, pues es con lo único con que se cuenta en la red hospitalaria. Nos enteramos de que ya había casos de las mismas características en hospitales especializados como el INER, incluso muertes. Hubo medidas en dicho nosocomio, como el cierre de ciertas unidades y aislamiento de pacientes con la sospecha de neumonía atípica. Tuvimos el caso de dos enfermos pediátricos en nuestra unidad, pero no se logró corroborar el agente causal, pues no se cuenta con la prueba de PCR específica para identificar el virus porcino, y dudamos que ahora se pudiera corroborar, pues los pacientes ya están muertos. ¿Por qué si ya se sospechaba la existencia del brote es que hasta ahora se está actuando y por qué si la peligrosidad del evento es tal se intenta ocultar aminorando la casuística y ocultando tantos datos? No nos explican qué ha pasado con los contactos de los fallecidos, por ejemplo, los que se subieron al Metro y pudieron contagiar. No entendemos cómo es posible que la OMS ya esté en una etapa tres de prevención (uso de antiviral profiláctico) y aquí en México solamente recomienden el uso de cubrebocas, los cuales, dado el entramado de su tela, permiten el paso de 60 por ciento de las partículas del tamaño del virus en cuestión. En nuestra unidad todavía hoy no sabemos qué hacer.
Personal médico del hospital ISSEMYM
R: ¡Ánimo! Calderón ya mandó comprar un equipo de laboratorio y llegará a México en 72 horas. ¿Cómo? ¿Que para qué sirve un solo laboratorio si somos 105 millones de mexicanos? Para hacer un espot en la tele.
galvanochoa@yahoo.com • Foro: http://dinero.tv/
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¿Por qué solo en México mueren los griposos?
Diez personas enfermaron, en Nueva Zelanda, de gripe porcina. Están bien, por fortuna.
Leo en el New York Times que varios niños de una escuela secundaria de Queens probablemente adquirieron el virus de la influenza porcina. "Todos los casos fueron leves, ningún niño fue hospitalizado, ningún niño estaba gravemente enfermo", dijeron las autoridades de sanitarias neoyorquinas.
En España, leo en El País, "la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ha reconocido hoy que hay tres personas llegadas recientemente de México que podrían sufrir la gripe porcina detectada en este país y ha calificado la situación como ‘un asunto grave'. Las personas están en Almansa (Albacete), Valencia y Bilbao. Ninguno de los tres casos reviste gravedad aunque las tres personas están ingresadas y aisladas en centros hospitalarios, ha dicho la ministra".
En Londres, dice el diario The Guardian, hospitalizaron a un miembro de la tripulación de cabina de un vuelo de British Airways que llegaba de la Ciudad de México. Tenía "síntomas de gripe". Se recuperó pronto. Se trató de la clásica falsa alarma: él no tenía la gripe porcina. Menos mal.
Más de 20 casos de influenza porcina se han presentado en California y Texas. No ha habido muertos en estos lugares de Estados Unidos.
En Kansas, se confirmó la presencia de la gripe porcina en los dos integrantes de un matrimonio. No han sido hospitalizados. Su enfermedad se considera, dice The Guardian, "leve".
En México la situación es distinta. Han muerto decenas de personas que habían enfermado de la influenza porcina. Tal vez no las mató el virus. Tal vez las mató la pobreza. No hay información acerca de las personas fallecidas, pero me atrevo a pensar que casi todas pertenecen a los estratos de la población de menores ingresos.
La pobreza de muchos, en un país dominado por unos cuantos inmensamente ricos, es la principal enfermedad que daña a los mexicanos. Y no se cura con tapabocas ni con antivirales.
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http://sdpnoticias.com/sdp/columna/victor-hernandez/2009/04/26/384669
De cómo el PAN aprovechó la desinformación sobre la influenza
Ayer por la mañana el gobierno del DF dio a conocer un informe sobre la cantidad de personas afectadas en la capital por la influenza porcina el sábado pasado . El jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, dio a conocer que en las últimas horsa se registraron 73 personas internadas en los hospitales del DF por influenza, pero que 59--es decir, la mayoría--fueron dados de alta.
Dio a conocer también que de 5,289 personas que fueron a los centros de salud en el DF con infecciones respiratorias, solamente 298 fueron sospechosos de influenza porcina. De estos, solamente 25 fueron referidos con caracter de "importante" a los hospitales.
Además, Armando Ahued, Secretario de Salud del DF, destacó que "sí hay pacientes recuperados. El medicamento con el que contamos sí está funcionando y este mensaje debe dar calma a la población, por eso es de alta importancia que, si presentan algún síntoma, acudan de inmediato al doctor".
Pero eso no fue lo que hicieron los medios. Los titulares nunca incluyeron la frase "los pacientes de influenza se están recuperando". No; la nota era "reportan 5 muertes más en el DF por influenza" o algo "van 15 muertes por influenza en el DF" o algo por el estilo. Esto a pesar de que la gran mayoría de los enfermos no se estaba muriendo, sino que, por el contrario, se estaba recuperando.
Por la tarde se repitió la historia. El secretario de salud federal, José Ángel Córdova Villalobos dio a conocer que van 103 muertes y 1,614 hospitalizados por influenza porcina en todo el país. Pero también dijo que más de mil pacientes han sido dados de alta y 60% se están recuperando. Es decir, la mayoría de los pacientes de influenza están sanando.
Pero, de nuevo, esa no fue la nota ni en los medios ni en las agencias de noticias. Nadie, excepto SDP, tuvo el valor de decir en el titular de esa nota "más de mil dados de alta."
¿Por qué me estoy quejando de esto? Pues porque poco después de que Córdova Villalobos hiciera diera a conocer sus cifras, al gobernador panista de Jalisco Emilio González Márquez, se le ocurrió ordenar cerrar los antros en Puerto Vallarta por lo menos una semana supuestamente para evitar contagios de influenza.
Pero resultó que el propio González Márquez admitió en su declaración de prohibición de antros que en Jalisco no hay casos de influenza. Según él, lo que quiere es evitar que los turistas contagien gente en los antros.
¿Y en los restaurantes? ¿Y en los cines? ¿Y en los taxis? ¿Y simplemente en la calle?
Más al punto: ¿Por qué no ordenó suspender las clases en las escuelas?
(Aquí hay que hacer un paréntesis para mencionar que en Jalisco hubo 18 casos de gente con síntomas de influenza, pero todos dieron negativo para influenza porcina. González Márquez dice que hay otros 30 con síntomas de influenza que no saben a ciencia cierta si tienen influenza porcina o no por lo cual están bajo observación. ¿Por qué entonces manda cerrar antros pero no las escuelas?)
Evidentemente González Márquez usó de pretexto a la influenza para llevar a cabo una acción de clara mochería. Y lo pudo hacer porque los medios lejos de informar correctamente a la ciudadanía que la mayoría de los enfermos de influenza se están recuperando, se la han pasado poniendo notas amarillistas que hacen que la gente crea que se trata de algo tan fuerte como una epidemia de ebola o de anthrax. Pero claramente no es el caso.
Es por eso que preocupa también que en medio del pánico colectivo que ha generado el pésimo manejo de la información por parte del gobierno federal respecto a la influenza, a Felipe Calderón se le haya ocurrido autorizar que el gobierno pueda allanar casas habitación bajo el pretexto de "combate" a la influenza. Algo a todas luces inconstitucional pero que nadie ha cuestionado por el pánico en el que el gobierno y los medios sumieron a la población.
Peor: lo hacen luego de que supieron que había una epidemia muy fuerte de enfermedades respiratorias desde diciembre pasado y después de que el sitio de internet de la secretaría de salud federal no ha actualizado su sección sobre pandemia de influenza por lo menos desde el 13 de octubre de 2008.
Lo que hicieron los medios y el PAN se llama "doctrina del shock." Algo que ya aplicó George W Bush en Estados Unidos para que no le cuestionaran todas las atrociades que hizo. Y tiene cura: la información veraz. NO las teorías de conspiración. La INFORMACIÓN veraz.
Habría que preguntar quién dio la orden para que los medios no resaltaran que la mayoría de los enfermos de influenza se están recuperando, y que resaltaran en vez de eso las muertes que se han dado y qué es lo que pretende.
http://www.jornada.unam.mx/2009/04/27/index.php?section=opinion&article=004o1pol
Astillero
Estado (médico) de excepción
Epidemia de miedo
Tapabocas social

Todo de un golpe: mediante un simple decreto, sin siquiera tomar la opinión del congreso pripánicamente controlado, el ocupante de Los Pinos se otorgó a sí mismo (a través de su dependiente, el secretario de Salud) facultades discrecionales para aislar individuos, allanar casas y locales, hacer compras cuantiosas sin licitación pública y suspender concentraciones públicas (¡Aguas: llegó la SS!). Además, la crisis provocada por la influenza opacó y desequilibró las campañas electorales en puerta, incrementó la desesperanza cívica, introdujo el virus de la desconfianza y elevó el del conservadurismo en la plaza normalmente liberal del Distrito Federal, colocó en las calles de esta capital del país a soldados en misiones hoy solamente sanitarias, permitió que por televisión abierta de alcance nacional (Televisión Azteca) se transmitieran misas católicas y tendió una cortina de humo viral sobre temas polémicos en curso como las cuentas públicas de Fox, la propuesta felipista del estado militar de emergencia, las amenazas de represión neoporfirista en Cananea y el escándalo de la Lotería Nacional en Campeche (donde Germán alegremente reinstaló como coordinador de la campaña panista a uno de los acusados por el caso de soborno).
El tapabocas político y social tiene como antecedentes los manejos tramposos que los mismos dictaminadores de hoy han hecho en temas como el narcotráfico, la crisis económica y los préstamos recientes (sólo ayer, 205 millones de dólares del Banco Mundial). La suspicacia colectiva va de los diez mil muertos por asuntos de drogas al riesgo de fallecimientos por una epidemia tardíamente detectada y mal manejada; del catarrito de Carstens y la fanfarronería original de Calderón a la influenza porcina que en otras latitudes no ha provocado el estremecimiento que en México; de la buena fe y la evidencia mediática de que el problema es real al temor de que esté siendo utilizado políticamente por los siempre desesperados ocupantes ilegítimos del poder mexicano, deseosos de trastocar los escenarios electorales que en estos momentos les auguraban derrotas sonoras en comicios federales y locales; de la creencia en las intenciones más o menos buenas de los gobernantes a La doctrina del shock, el libro en que Naoime Klein (No logo) demuestra que el capitalismo emplea constantemente la violencia, el terrorismo contra el individuo y la sociedad. Lejos de ser el camino hacia la libertad, se aprovecha de las crisis para introducir impopulares medidas de choque económico, a menudo acompañadas de otras formas de shock no tan metafóricas: el golpe de la porra de los policías, las torturas con electroshocks o la picana en las celdas de las cárceles
.
Hechos públicos, intenciones privadas (aunque, ¿cuán comprobable es lo que hasta ahora las autoridades federales y capitalinas han mantenido en el controlado ámbito de las declaraciones a los medios, sin dar datos específicos de los muertos, sin permitir que especialistas independientes analicen los reportes médicos y tengan acceso a evidencias biológicas de la epidemia?). Desgracia pública, negocios privados. Catástrofe de temporada, apocalipsis de fin de semana, adiós momentáneo pero augural a la convivencia táctil (no a los saludos de mano y de beso) y el médico guanajuatense Córdova saliendo al paso, junto con el trastabillante semisecretario de Educación, Alonso Lujambio, que habría reprobado un Enlace de primero de primaria por no saber contar ni el número de días que no habrá clase (tres y pico, dijo el funcionario), y el sargento Javier Lozano, que para compensar los malos tratos a los obreros se desvivió en amabilidad hacia los empresarios para ver si les da su regalada gana atender las circunstancias difíciles del país y no aprovechan la situación para correr o castigar a quienes falten al trabajo o lleguen tarde.
¿1984 con el Big Brother epidémico o los preparativos para filmar una versión local del guión de los hermanos Wachowski que acá se llamaría Con D de Desconfianza o el 666 conmemorativo del segundo año de la legalización del aborto en el Distrito Federal (regreso a clases, el 6 de mayo; dinero disponible para enfrentar el problema, 6 mil millones de pesos; número de tapabocas repartidos en el D.F., 6 millones)? El desamor en los tiempos de la influenza a partir de los tapabocas de azul panista. Ciudadanos sometidos a la dictadura de la miseria institucionalizada, con sistemas de salud abatidos por la corrupción de funcionarios y empresarios y por el pensamiento neoliberal todavía dominante en las élites. Cuerpo social extenuado que de pronto se encuentra con los anuncios de fin de mundo mientras, por ejemplo, en Estados Unidos, los casos son pocos, controlados y sin muertes. En Washington se declaró ayer el estado de emergencia de salud pública
, pero ello no es sino un mecanismo usual para destrabar fondos que permitan enfrentar oportunamente determinadas incidencias susceptibles de empeorar. Y ayer mismo, John Brenman, el asistente de la Casa Blanca para asuntos de seguridad interna, negó (y con ello le dio fuerza a la especulación) que lo sucedido en México fuese un bioterrorismo
y aseguró que es muy temprano
para saber si hubo una acción premeditada para generar el brote de influenza porcina.
Pero, mientras son peras o son porcinos, el panorama político y social cambia en México, con el virus del miedo reproduciéndose aceleradamente y con analistas atentos en las alturas a las reacciones de la sociedad y los opositores al poder ante decisiones que avanzan en la instalación de mecanismos de amedrentamiento colectivo que inhiban participaciones electorales, que ante el peligro real o exagerado fomenten el conservadurismo, que vayan arrinconando incluso la idea de lo electoral y lo democrático y que permitan continuar con formas de control arbitrarias, con prolongados estados de excepción, sea por razones médicas, militares o sociales. ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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